Estar sano durante la temporada es el principal objetivo de Francisco Cervelli, a sabiendas de que cuando ha podido estarlo ha dejado excelentes números, tal y como sucedió en 2015, su primera campaña con los Piratas de Pittsburgh en las Grandes Ligas.

El valenciano nuevamente se ha visto obligado a disminuir la cantidad de juegos en sus últimas dos zafras, 101 en 2016 y solo 81 en 2017, siendo el receptor titular de los bucaneros. El año pasado fue recurrente ver su nombre en la lista de lesionados, tras sufrir en primer lugar una conmoción cerebral, luego tuvo una fractura en su muñeca izquierda y posteriormente un tirón en el costado izquierdo, algo que hizo que su temporada finalizara antes de lo previsto.

Para evitar esto y recuperar el tiempo de juego, el criollo que está próximo a cumplir 32 años de edad se comenzó a preparar desde el pasado mes de octubre y su trabajo se basó en la flexibilidad y la movilidad por encima de la fuerza.

“En primer lugar, mi trabajo consistió en prevenir las lesiones. Traté de arreglar todos los problemas”, dijo Cervelli, que en la campaña anterior bateó para .249 (66HC-265VB), con 13 dobles, dos triples, cinco jonrones, 31 empujadas e igual cantidad de anotadas. “Con 31 años, ya me están llamando veterano, así que tengo que demostrarles que sigo siendo joven. Me siento bien y listo para arrancar”.

Cervelli ahora tendrá más responsabilidad y está llamado a ser quien lleve la batuta de los Piratas tras las salidas del equipo de Andrew McCutchen y Gerrit Cole. “Tenemos gente que puede hacer un trabajo tremendo. Los muchachos van a ser unas súper estrellas pronto”, declaró el venezolano, que a su vez le deseó suerte en sus ex compañeros en sus nuevos equipos.