Pablo Sandoval no
ha sido el mismo pelotero durante los últimos años; baja producción ofensiva y
una grave lesión en el hombro izquierdo fueron dos de las principales causas, a
tal punto de jugar solo 82 encuentros entre 2016 y 2017, además de ser dejado
libre por los Medias Rojas de Boston a mitad de la zafra anterior con 50
millones de dólares restando en el contrato.
El
propio toletero está consciente de eso y quiere retomar la mejor forma que en
algún momento tuvo, por tal razón se reportó desde la primera jornada al campo
de entrenamiento de los Gigantes de San Francisco en
Scottsdale, Arizona, cuatro días antes de la pauta fijada para los jugadores de
posición.
Un
ansioso Sandoval se mostró en el club house del conjunto de la bahía, con
sonrisa inconfundible y la voz retumbante que lo caracteriza, saludando a
viejos y nuevos compañeros, pero sin olvidar los retos que tendrá durante esta
primavera.
El
otrora Jugador Más Valioso de la Serie Mundial del 2014 sabe que no será
fácil quedarse en el roster de 25 con la llegada del estelar antesalista Evan Longoria, aparte de eso tendrá que
competir por un puesto con Kelby
Tomlinson y Ryder Jones, además
de los invitados Josh Rutledge, Alen Hanson y Chase d’Arnaud.
Por
ello, “Kung Fu Panda” se reportó con un guante para jugar en los
jardines, un mascotín e incluso con una mascota, para adquirir más versatilidad
durante los entrenamientos y que ese sea un plus que lo ayude a obtener un
puesto como jugador de rol en la banca de los Gigantes.
En
este sentido, el manager Bruce Bochy
está consciente de todo lo que tiene que hacer Sandoval para ganarse un puesto,
y dejando el tema físico en un segundo plano, cree que su entusiasmo podría ayudarlo
a conseguir las cosas.
“Nos
sentaremos y hablaremos”, expresó Bochy al
periodista Kerry Crowley del The Mercury News. “Es Pablo, no ha cambiado,
ustedes lo vieron llegar, solo está muy emocionado de regresar a los
entrenamientos y jugar béisbol. Simplemente su entusiasmo siempre está ahí, y
eso es lo que te agrada de él”.