
Otra de las caras nuevas de los Navegantes del Magallanes visitó su nuevo hogar en la Liga
Venezolana de Béisbol Profesional, el José Bernardo Pérez de Valencia. El
prospecto Wuilmer Becerra se acercó
este viernes al estadio de los turcos, con quienes espera disputar una importante
cantidad de encuentros en las venideras temporadas.
Becerra, quien llegó proveniente de los Tigres de Aragua en una transacción que
involucró a otros cuatro peloteros, vestirá el uniforme que en su niñez soñó
utilizar. “Cuando niño siempre veía los juegos de Caracas y Magallanes y siempre
quise vestir un uniforme de un equipo tan popular como este. Al principio de mi
carrera cuando tenía 14 o 15 había un interés por jugar con Magallanes y ahora
aquí estoy”, recordó el jardinero de 23 años.
El caraqueño disputó tres temporadas con los
bengalíes, desde que hizo su debut en la zafra 2014-15 cuando tenía 20 años. Acumula
39 compromisos de experiencia en la pelota criolla con un average vitalicio de
.325 (37HC-114VB), con un doble, tres jonrones, 18 carreras anotadas y 16
empujadas.
Magallanes significará su segundo equipo en la LVBP,
situación que describió como algo positivo no solo por ser “un equipo muy respetado y con
mucha fanaticada”, sino por el hecho de que hayan mostrado interés en
él.
“Magallanes es una familia. Uno para estar cómodo en
un sitio tiene que sentirse en familia y eso lo sentiré aquí porque hay muchas
caras conocidas, con quienes jugué en los Tigres y en Estados Unidos. Ya me
siento parte de esta familia y eso será una ventaja al momento de jugar”, destacó el guardabosque, que mencionó a José “Goyito”
Martínez, con quien reconoció tener gran amistad desde hace muchos
años. “También conozco a Ascanio (Rayder), Ronny Cedeño, Humberto Arteaga que
nos hemos enfrentado en Estados Unidos y somos buenos amigos”.
En el béisbol organizado, Becerra fue firmado
originalmente por los Azulejos de Toronto
en junio de 2012, sin embargo, ese mismo año fue cambiado a los Mets de Nueva York en el movimiento que
llevó a R.A. Dickey al equipo
canadiense; en total, el cambio involucró a siete jugadores.
El criollo viene de jugar dos años consecutivos en la
filial Clase A Fuerte de los
metropolitanos, siendo el 2017 el más importante hasta ahora en su corta
carrera en Ligas Menores por el
tiempo de juego (impuso una marca personal de encuentros disputados en una
zafra con 128). En la campaña anterior, dejó promedio de .267 (125HC-469VB),
con 49 rayitas registradas, 44 remolcadas, 1 dobles, dos triples y cuatro
cuadrangulares.
Defensivamente, Becerra se ha caracterizado por cubrir
las posiciones de las esquinas en los jardines (con mayor número de juegos en
la pradera derecha), no obstante, en 2017 también estuvo por pocos encuentros
en la inicial, lugar que también está dispuesto a defender si así el manager Omar Malavé lo requiere.
“Comencé jugando en el leftfield porque venía de una
recuperación y los tiros desde esa posición son más cortos. Cuando me recuperé
totalmente me pasaron al jardín derecho y al final de la temporada subieron al
primera base, me preguntaron si estaba dispuesto y dije que sí, porque yo firmé
como infield y yo tengo los conocimientos de cómo agarrar un rolling y de cómo
moverme para hacer un tiro. Por eso me dieron la oportunidad en la inicial y me
fue bien”, explicó.
Su sueño, como todo jugador de béisbol es llegar a las
Grandes
Ligas, pero este pelotero en particular no deja de pensar cuando ese
momento llegue. “Yo me imagino todos los días jugando en las Grandes Ligas”,
reconoció entre risas. “Estoy trabajando para eso, sé que en algún
momento va a pasar”, dijo Becerra, que espera comenzar la temporada en Doble A o Triple A, para luego disputar algún juego en las mayores este mismo
año, de acuerdo a las altas posibilidades que le dio su organización para esta
zafra.