
Las expectativas para esta temporada 2023 de Luis Arráez eran grandes. A pesar de llegar a un nuevo equipo como los Marlins de Miami quería darle continuidad de alguna manera a lo que logró en la campaña anterior, cuando se tituló como campeón bate de la Liga Americana.
Sabía que podía hacerlo y que el hecho de tener la oportunidad de jugar la mitad de los encuentros en un parque como el loan Depot Park, que es benevolente con los bateadores gracias a sus callejones, iba a ser un plus para seguir demostrando esa capacidad superlativa de dar batazos.
Luego del primer mes de temporada eso ha quedado demostrado con creces. El criollo lideró todas las Grandes Ligas en average con .438 producto de 39 imparables en 89 veces al bate, además de liderar también con un elevado .500 en porcentaje de embasado.
“En lo personal, es increíble”, expresó Arráez al portal MLB.com sobre su gran accionar. “Trabajé duro para esto y quiero darle las gracias a Dios. Estas son las grandes ligas, yo solo quiero ir ahí afuera, jugar duro y disfrutar el juego”.
Para poner en perspectiva el magistral inicio de temporada de Arráez, este es el promedio ofensivo más alto en abril entre los bateadores que calificaron desde que Barry Bonds ligó para .472 en la temporada del 2004.
Por si fuera poco, el magallanero se convirtió en el venezolano que logra tener el mayor average en el primer mes de campaña al superar los .412 que Andrés Galarraga acumuló en la campaña de 1993, cuando defendía el uniforme de los Rockies de Colorado y ganó su único título de bateo.
Algo que también causa impresión es la diferencia que dejó con su más cercano competidor, Matt Chapman, al sacarle 59 puntos de ventaja. Si lo llevamos solo a la liga nacional, la ventaja aumenta a 75 con respecto al también criollo Ronald Acuña Jr.
Otro dato para agregar es la cantidad de juegos multihits que dejó, un total de 12, lo que se traduce en el 48% de los encuentros que disputó. Ocho de ellos han sido de dos hits, par de ellos de tres incogibles y dos de cuatro imparables.
Todo esto lo que ha hecho es reafirmar su capacidad para repartir batazos y hacia todos los lados del terreno, eso también le permite ser un bateador difícil de ponchar, pues solo tiene cinco abanicados hasta la fecha. Una máquina para poner la bola en juego, la regadera en su máxima expresión.
“La forma en que lo está haciendo, sabes que va a poner la bola en juego y la va a batear fuerte hacia cualquier lado, ante derechos o zurdos, no importa”, comentó su manager Skip Schumaker. “Lo quieres en la parte alta de la alineación tantas veces como sea posible. Lo ponemos como primero, tercero, cuarto, lo que sea, y lo hará sin importar donde esté, una y otra vez. Es especial de ver”.
Este despliegue ofensivo lo mantiene entre los 10 mejores bateadores de las mayores y, junto al ciclo que completó el pasado 11/04 ante los Filis de Filadelfia, son los primeros logros que Luis Arraéz ha concretado en esta temporada que le augura muchos más.